Modelo pedagógico

Nuestro modelo es desarrollista. Somos pioneros en innovación educativa con excelencia académica y en valores, formando líderes innovadores, emprendedores y transformadores de sociedad, a través del desarrollo de habilidades relacionadas con la creatividad, la innovación, el pensamiento flexible, el emprendimiento, la programación, el pensamiento numérico y crítico, la solución de problemas ambientales y sociales, la alta capacidad de servicio y proyección social. Así mismo, tenemos como eje fundamental el inglés como segunda lengua.

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Filosofía

Formar a estudiantes con Talante Benedictino y es, en definitiva, un líder que “sobresale por su capacidad de servicio y solidaridad dando cuenta de su formación Cristocéntrica.” Lo cual implica que se dimensiona desde un cuerpo de valores de calado universal, y desde allí practica el acto solidario de una comunión fundada en la responsabilidad de sí mismo, de los otros y del mundo que habita, lo que se expresa con claridad ya que “en su vida cotidiana respeta, valora, se solidariza y acompaña a los otros, cultivando un espíritu pluralista, sin fanatismos, ni exclusiones” y “practica hábitos saludables de vida que favorecen sus dimensiones corporales y estéticas”.

Principales estrategias de enseñanza aprendizaje

En Educación Benedictina Inicial (de pre jardín a primero) los estudiantes viven encuentros lúdicos de aprendizaje en 4 laboratorios: Comunicar, Crear, Ser Feliz e Innovar. Ponemos al estudiante en el centro del proceso, lo que hace que las experiencias sean pensadas y diseñados para estimular las habilidades y procesos cognitivos que le permitan establecer las bases para aprender durante toda su vida. Estos se viven en retos a través de narrativas y la gamificación de experiencias para movilizar y vincular emotiva y cognitivamente a los niños.

Cada clase se divide en cuatro momentos: juego, construyo, practico y aprendo: en el primero, crean escenarios que los reten, activando sus sentidos, emociones y pensamientos. En el segundo, construyen las habilidades afectivas, cognitivas, motoras y sociales. En el tercero, practican para que los aprendizajes formen parte de su estilo de pensamiento y perduren por el resto de sus vidas y en el cuarto aprendan a comunicar, ser felices, innovar y crear desde los desafíos del Siglo XXI.